Acaban las vacaciones de miles de personas y a veces la vuelta a la rutina se nos puede hacer muy cuesta arriba. Como para tantas otras cosas la naturaleza puede convertirse en nuestro mejor aliado para combatir ese estrés postvacacional y afrontar la vuelta al trabajo con mucha filosofía.

Hoy os dejamos una serie de ideas que nos ayudarán a aprovechar el potencial de la naturaleza como bálsamo relajante y revitalizador a la vez:

La naturaleza a casa

Convertir la naturaleza en un elemento decorativo de nuestra casa es un truco sencillo y que nos ayudará a relajarnos. Hacerlo es facilísimo.

Una de las opciones es ponernos un fondo de pantalla en el que la naturaleza sea la protagonista absoluta en cualquiera de sus formas. Echar un vistazo a una planta, bosque o jardín ayudará a nuestra mente a concentrarse mejor además de conseguir provocarnos una sensación de bienestar y armonía.

Estos mismos efectos e incluso mayores los obtendremos colocando plantas de verdad en nuestros hogares o lugares de trabajo.

Escucha los sonidos de la naturaleza

Este efecto reparador que nos produce la naturaleza también podemos conseguirlo a través del sentido del oído. La mejor opción es escuchar los sonidos de la naturaleza en vivo y en directo, el problema es que cuando volvemos a la rutina después de las vacaciones la naturaleza suele quedarnos lejos.

En estos casos podemos recurrir a la naturaleza “enlatada”. Escuchar grabaciones de sonidos naturales nos ayudará también a combatir el estrés provocado por la vuelta de las vacaciones. Estos sonidos pueden ir desde el rumor de las olas rompiendo en la orilla hasta el sonido de los pájaros cantando pasando por sonidos de agua en movimiento.

Conecta en tu día a día

Conseguir conectar con la naturaleza nos ayuda a conectar con nosotros mismos y mejorar nuestro día a día. Trabajar o leer un libro en un parque a la sombra de un árbol es una sensación muy reconfortante. Tomarnos unos minutos para hacer esto al volver del trabajo nos ayudará a desconectar de la jornada laboral.

Aprovechar el final del día para disfrutar de un atardecer o contemplar el cielo estrellado desde el balcón de nuestra casa es otra alternativa para conectar con la naturaleza y disfrutar de ella.

Otra sencilla opción es simplemente dar un paseo, preferentemente buscando un trayecto en el que haya más árboles. Esto nos ayudará a superar la tensión y el estrés del día a día.